El mes de febrero toma su nombre de Februaris, que para los romanos era el mes dedicado a la purificación. Es una buena oportunidad para recordar que purificar es dejar atrás todo lo que ya no sirve y con ello damos cabida a lo nuevo.

Es el tiempo en que la madre Tierra transita de la introspección del invierno a la vitalidad de la primavera.

Podemos sincronizarnos purificando nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestras emociones, nuestro espíritu.

Para el cuerpo, es un buen momento de hacer un ayuno, una limpieza de hígado, por ejemplo el Master Cleanse de Stanley Burroughs, y reconsiderar nuestra rutina de ejercicios. Incluir algo de yoga es muy recomendable, así como algo de ejercicio al aire libre. Dedicarnos a sacar de nuestro cuerpo todas las toxinas físicas y emocionales que, junto con la alegría y bullicio, nos dejaron las reciente fiestas y la cuesta de enero.
Aprender a enfocar la mente mediante la meditación para evitar los pensamientos “basura” que nos mueven locos y crean caos en nuestras
vidas. Si metemos la meditación como una parte de nuestra rutina diaria al levantarnos y al acostarnos, obtenemos beneficios como
regular nuestro ritmo cardiaco y presión arterial, controlar la
ansiedad y formarnos un observador para nuestras emociones.
ThetaHealing para mi es una herramienta muy valiosa para limpiar las
emociones y sentimientos dejados por las experiencias de todo
tipo,liberando el sufrimiento y conservando los aprendizajes; es vivir
conscientes de nuestra conexión permanente con El Creador.

Mi plan propio de purificación (con gracia y facilidad)

1. Meditación 6:00 am diario, saludo al sol, rutina de yoga
2. Caminata 40 min diarios
3. 13 de febrero al 23, Master Cleanse.
4. Proceso continuo de revisión propia, ¿Como reflejan las personas con las que me relaciono aquello que tengo que trabajar en mi?

Purificar debe ser un proceso centrado en el amor, en el perdón absoluto, de la mano de mis guías, maestros y Angeles, de la mano de la Madre/Padre Dios, Creador.

1a de dos partes